Nosotros

Bataclana espacio cultural, es un espacio donde confluyen y se desarrollan distintas actividades y disciplinas artísticas.Las actividades que este espacio práctica y brinda se dividen en tres categorías: Formación/experimentación; Producción y Difusión.Formación/Experimentación: Se dictan talleres anuales sobre Teatro, Circo, Danza. Seminarios intensivos de disciplinas variadas vinculadas a las artes escénicas. Espacios de laboratorio y desarrollo sobre herramientas artísticas. Charlas debates sobre problemáticas; teoría, y desarrollo artístico-cultural. La formación es parte importante del trabajo que lleva adelante el espacio, ya que se la considera el motor para la reproducción de identidad y a su vez es la base del lugar que ocupa dentro del barrio Guemes y de la ciudad de Córdoba. La experimentación la consideramos fundamental ya que intentamos crear espacios por fuera de los ámbitos oficiales y académicos de formación, no negándolos, sino más bien porque pretendemos no limitarnos en el uso de la técnica y el conocimiento.Producción: El espacio fomenta, incentiva y desarrolla la producción artística como herramienta vital del desarrollo cultural de los que la conforman y de la comunidad artística. Esto vincula al espacio con distintos sectores, potencia el intercambio y enriquece la creación artística. Desde este lugar es donde se posibilitan y expanden proyectos, iniciativas, y todo tipo de propuestas. Dentro de esta categoría también se encuentra el trabajo artístico militante que se proyecta por fuera del espacio cultural, y que se vincula directamente con la necesidad de abrirse a otras instancias (encuentros, debates, marchas, etc).Difusión: Como sala de teatro, y espacio interdisciplinar, Bataclana abre un espectro como difusor de distintos elencos, grupos, companias. Esta instancia fomenta no solo el mostrar en esencia la actividad teatral, sino que también, es expresión del vínculo con el público que habita y convive junto a nosotros. Generar este ida y vuelta, este lenguaje, es lo que construye constantemente el desarrollo mismo de la cultura.Somos artistas, educadores, formadores, trabajadores del arte y la cultura y llevamos adelante un espacio cultural, partimos de pensarnos de esta forma porque formamos parte consciente del arte y del teatro independiente, y esto no significa bajo ningún aspecto ser la periferia, o hacer paralelismo, por el contrario. Habitamos, construimos, creamos, nos definimos, desde este lugar que nos agrupa, que nos lleva constantemente a generar y regenerar nuevas miradas, nuevos conceptos, nuevas inquietudes. Nos manifestamos desde la necesidad de aportar a la cultura de Córdoba, y cuando hablamos de aportar, no solo nos referimos a una mera cuestión cuantitativa, sino más bien al valor crítico de lo que somos y de lo que hacemos, a la fuerza vital que tiene nuestra práctica como motora de identidades. Como entidad que refleja lo que nos construye como personas, como miembros del barrio Guemes, dónde estamos, y desde donde intentamos exponer y confluir; compartir y expandir; acercar y transformar.Un espacio que brindamos desde una mirada anticapitalista, porque consideramos que bajo las imposiciones y limitaciones; que bajo la explotación del hombre por el hombre; el pleno desarrollo de la actividad creativa se ve sesgada. En un sociedad donde el minero no tiene la capacidad de admirar la belleza de la piedra preciosa que sus propias manos acaban de sacar, resulta difícil pensar cómo expandir nuestras propias capacidades creativas.Partimos de entender al arte, como expresión sensible del ser humano, como pasión de conocer, de jugar, de cuestionar, de cuestionarse, como la forma y sensación de que hay algo más en esta vida, esa motivación que nos hace percibir lo bello, que nos hace recrear constantemente todo lo que nos rodea ... Aquella expresión que nos permite reencontrarnos con lo más profundo y con todo lo que está ahí.Que la cultura es el conjunto de conocimientos, ideas, tradiciones y costumbres de un pueblo, es lo primero que nos enseñan en la escuela, pero nunca nos dicen, que esos conocimientos, esas ideas, están puestas al servicio y beneficio de algo o de alguien y porqué. O que en realidad esos conocimientos representan y reproducen más bien las clases dominantes. En el diccionario no figura en ningún lugar que todo lo creado, construido, lo aprendido o conquistado por el hombre a lo largo de la historia y que podría traer bienestar para toda la humanidad, se vuelve en su contra por la irracionalidad de un sistema en manos de unos pocos, que solo buscan el lucro a costa del trabajo de la mayoría. Los grandes problemas del arte, de la ciencia, de la cultura toda, están íntimamente ligados a los problemas y procesos sociales, y nosotros formamos parte como sujetos activos dentro de estos procesos.Elegimos como método de decisión y organización la asamblea porque construimos desde el trabajo colectivo, que permite no solo poner en discusión, en debate, las ideas de cada uno, sino que también permite que las decisiones que se plasmen sean llevadas adelante de manera orgánica y horizontal. La asamblea como órgano también permite la libertad y la lucha de tendencias y/o posiciones, para así lograr que el colectivo pueda crecer en su aspecto ideológico, teórico, político y artístico.Desde nuestros inicios, hace 11 años, elegimos y apostamos desde el trabajo a la gorra porque consideramos que es la mejor forma de expandir y llevar nuestro arte a todos lados. El trabajo a la gorra potencia y genera un acercamiento con el público, y le da esa clara forma que tiene que tener, al no considerar una limitación su acceso. Porque la cuestión económica no puede ser nunca un impedimento para que todos los sectores accedan al arte y la cultura. Consideramos el trabajo a la gorra como una inversión que el público hace para que exista otro tipo y otra forma de hacer arte, para que el público sea también el constructor de este vínculo, de esta relación que se genera y pretendemos que el público lo entienda y lo practique de esa forma.Lamentablemente en esta sociedad capitalista el desarrollo cultural, educativo, artístico, están ligados al mercado, y a las relaciones de producción que este genera; donde el acceso o desarrollo está marcado por un clara diferenciación de clases. Donde el potencial artístico y cultural sólo está destinado a un sector. Y las reglas y normas que este mercado plantea, esconden claros intereses para la reproducción y sistematización de “la cultura para unos pocos”. Cultura para pocos porque su acceso está restringido tanto de manera material como simbólica. Cultura para pocos, porque en su práctica los estados no son los garantes de brindar las posibilidades óptimas para su desarrollo. Cultura para pocos porque bajo estas restricciones se convierte a la práctica artística en mercancía. Y esto también empuja a los artistas a ser simples productores de mercancías, a estar regidos por las normas de un mercado que plantea “quién llega y quien no”; que es feo y que es bello; que es lo nuevo y que no lo es; incentivando así la competencia de quien será consagrado y quien no; todo esto disfrazado de un encanto en el cual el artista se siente en completa libertad de crear. Dando un espejismo para alejar la práctica artística de su capacidad crítica y de su compromiso y desarrollo social.Es en este marco que nuestra actividad como artistas, trabajadores del arte y gestores del espacio cultural, está sumamente ligada a una conciencia del lugar donde estamos y hacia dónde queremos ir, por ello trabajar a la gorra no es una mera cuestión formal, es parte de un posicionamiento tanto político como artístico.